El más grande poeta del grupo de los 50 y uno de mis autores capitales. Ahí va, para una tarde cenicienta y remolona, mi poema favorito de José Ángel Valente. Mientras exista en el mundo un corazón puro, tu poesía seguirá viva.
Cerqué, cercaste,
cercamos tu cuerpo, el mío, el tuyo,
como si fueran sólo un solo
cuerpo.
Lo cercamos en la noche.
Alzose al alba la voz
del hombre que rezaba.
Tierra ajena y más
nuestra, allende, en lo lejano.
Oí la voz.
Bajé
sobre tu cuerpo.
Se abrió, almendra.
bajé a lo alto
de ti, subí
a lo hondo.
Oí la voz en el nacer
del sol, en el acercamiento
y en la inseparación, en el eje
del
día y de la noche,
de ti y de mí.
Quedé, fui tú.
Y tú quedaste
como eres tú, para siempre
encendida.
JOSÉ ÁNGEL VALENTE
La frase del día
El hombre puede vivir unos cuarenta días sin comida, unos tres días sin agua, unos ocho minutos sin aire, pero sólo un segundo sin esperanza.” —
viernes, 4 de septiembre de 2015
AHORA QUE TE ENCUENTRO
Esta canción va para mi mitad, para la que está aguantando mis rarezas y mis costumbres; para esa que sabe como arrancarme la sonrisa, cómo ponerme la carne de gallina en el corazón cada vez que escucho su risa; cómo desnudar mi alma bajo la tempestad y hacer que disfrute de la lluvia. Para ti, que cada mañana te saludo con un "buenos días, preciosa" y siempre sabes las mil maneras de contestarme para conseguir que sienta que me he reconciliado con la vida y, por qué no decirlo, hasta conmigo mismo.
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